La idea de la mermelada de pétalos de rosas surgió gracias a las historias que me cuenta mi novio sobre la cocina de su madre, lo que para mí es algo increíblemente nuevo y exótico, para ella es la base de sus conocimientos de alimentación sana, y es que cualquier planta que nos encontramos por la calle y a la que normalmente no le prestaría atención, ella las puede usar para preparar recetas deliciosas y muy nutritivas.

Así que cuando me enteré de que era posible convertir algo tan hermoso como una rosa en algo tan delicioso como una mermelada, y mantener en ella la esencia de la rosa, no dudé ni un segundo en ponerme a buscar todas las rosas que pude por la calle, y aquí os traigo el resultado.

Para saber cómo hacer la mermelada de pétalos de rosas me puse a buscar diferentes recetas en internet, pero al final decidí modificarlas y crear una propia más sana, ya que no tomo azúcar refinada.

– Todas las rosas que podáis conseguir, podéis escoger del color que queráis, pero cuando más olor desprendan mejor, y si son orgánicas, es decir, si no han recibido pesticidas, menos riesgos para vuestra salud. Yo conseguí alrededor de 30 rosas, lo que finalmente fueron 50 gramos, pero lo ideal serían 250 gramos para preparar la cantidad de un tarro de mermelada.

– Un edulcorante, que puede ser azúcar si lo deseáis, sin embargo yo utilizo sirope de agave. La cantidad del edulcorante ha de ser igual o superior a la de las rosas, por lo tanto para mí tenía que ser 50 ml de sirope, aunque yo utilicé un poco más, alrededor de 70 ml.

– Un poco de limón, solo lo necesario para rociar sobre las rosas. Para esta cantidad de rosas, con el zumo de la mitad de medio limón es suficiente.

– Agua de rosas, 6 cucharadas grandes será suficiente. Lo podéis preparar vosotros mismos, solo tenéis que poner unos pétalos de rosa a cocer en agua hasta llegar a ebullición, y después bajar el fuego y seguir cocinando durante diez minutos más, para terminar solo tienes que dejar reposar durante una hora. Lo ideal es que todo el proceso se haga con la tapadera de la cacerola, para que el vapor no se escape porque es donde está toda la esencia.

– Agar agar como aglutinante, solo en el caso de, como hice yo, no uséis azúcar. Sin embargo este último paso no es realmente necesario, la mermelada quedara igual de bien sin el agar agar. En el caso de que lo uséis, tened mucho cuidado con las cantidades, ya que con menos de media cuchara de té obtendréis una buena consistencia para una cantidad de medio litro, para esta receta yo usé solo una pizca con menos de 8 copos de agar agar.

Cocinaremos a fuego lento los pétalos de rosas cortados y remojados con el limón, junto con el agua de rosas y el sirope de agave, dejaremos que llegue a ebullición y disminuiremos el fuego, esperando a que vuelva a alcanzar ese punto, al menos dos veces más. En una media hora la mezcla estará lista, y será el momento, justo antes de apagar el fuego, de usar el agar agar si no estáis conformes con la consistencia de la mermelada.

Una vez que añadís el alga, solo serán unos minutos más de calor antes de retirar definitivamente la mermelada del fuego. Cuando esté lista la dejáis enfriar, la colocáis en un tarro y ya podéis disfrutar de ella.

Si os preguntabais qué papel juega una rosa en nuestra salud, os diré que las rosas son una fuente de vitaminas y además alivian los procesos gripales y las infecciones de vejiga y diarrea. Pero sobre todo, esta receta es una nueva y deliciosa forma de disfrutar de una maravillosa flor, que aportará un aroma natural e irresistible a la mermelada. ¡Bon appetit!.